Arte, fotografía

Bernat Armangué - Premio Pulizer de fotografía

Durante estos años ha cubierto múltiples temas de actualidad como el conflicto israelí-palestino, la primavera árabe en Egipto y Libia, la violencia postelectoral en Kenya, el éxodo Rohingya de Myanmar a Bangladés, el regreso de los talibanes al poder en Afganistán, los terremotos de Nepal y Turquía, los
funerales de Nelson Mandela e Isabel II y, más recientemente, la guerra entre Ucrania y Rusia.

La Moraleja Magazine.- ¿Por qué el fotoperiodismo?

Bernat Armangué.- Porque me gusta conocer realidades ajenas y además creo que hay cosas que no tendrían que caer en el olvido, especialmente cuando afectan a los derechos más básicos de las personas. Aunque suene utópico, para que nadie pueda decir: “no lo sabíamos”.

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LMM.- ¿Cuál es la fotografía que se te ha quedado grabada?

BA.- Hay unas cuantas que recuerdo, son aquellas en las que decidí no apretar el botón. Son esos momentos en los que conseguir una buena imagen no compensa transgredir los espacios personales y, sobre todo emocionales, de las personas fotografiadas. Hay que intentar contar la historia con el mayor respeto posible, aunque a veces sea muy complicado.

LMM.- ¿Qué coberturas recuerdas con más cariño?


BA.-Recuerdo con cariño el funeral de Nelson Mandela, poder ver a miles de personas despidiéndose y celebrando el legado del líder sudafricano. Mandela fue un referente para muchas generaciones, incluida la mía. También me gusta volar en helicóptero y cubrir el rally Dakar por aire fue una experiencia inolvidable.

LMM.- ¿Cuáles han sido las más dolorosas?


BA.- Cualquier guerra ha sido dolorosa. Los desastres naturales, como los terremotos de Nepal y Turquía, son difíciles de digerir por la tragedia humana y natural que suponen. Pero son las guerras las que son doblemente crueles, por el sufrimiento causado y por saber que todo ese dolor se podría haber evitado.

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LMM.- A lo largo de su carrera ha sido galardonado con varios premios, como el World Press Photo o el Robert F. Kennedy, entre otros. También en España, donde el año pasado ganó el Chaves Nogales que otorga la Junta de Andalucía. Y este ha sido el año del Pulitzer ¿Qué ha supuesto para ti ganar este premio internacional tan relevante?

BA.- Recibir el galardón de mayor prestigio a nivel periodístico es un honor, pero no deja de tener un sabor agridulce, pues desearías que todas esas imágenes no hubieran existido. El Pulitzer es un premio que destaca por dar visibilidad al periodismo de denuncia, y eso es importante.

LMM.- ¿Qué se necesita para hacer bien tu trabajo? ¿Cuáles son los retos?

BA.- Tiempo y dinero! El periodismo de calidad cuesta pasta! (se ríe). Hay historias que requieren tiempo y grandes esfuerzos logísticos para poder hacerlas bien, y eso es lo que falta hoy en día. Estamos en una era donde el periodismo es cada vez más rápido y lo que fue noticia ayer cae hoy en el olvido. Y es difícil tener los medios para poder profundizar en los temas.

Otras cosas que hacen falta: curiosidad, empatía, tenacidad, sacrificio, unos zapatos cómodos… Y perderte muchos cumpleaños familiares, para qué lo vamos a negar.

LMM.- ¿A qué le tienes miedo?

BA.- A la indiferencia, a la anestesia generalizada y a la manipulación de nuestro trabajo por terceras personas. Por ejemplo, fue muy frustrante ver cómo hubo grupos que utilizaron la foto del abrazo de la voluntaria de la Cruz Roja con un inmigrante que acababa de cruzar por la playa del Tarajal, en Ceuta, de manera racista e interesada.

LMM.- Naciste en Barcelona ¿cómo terminaste en la Sierra de Madrid?

BA.- Hace 20 años vine a vivir a Madrid desde Barcelona por primera vez. La acogida fue maravillosa, tanto por la gente como por la oferta que ofrecía la ciudad. Estuve un par de años y luego comencé a viajar, pero mi mujer es de aquí, y, tras vivir en Oriente Medio y Asia, nos decantamos por un pueblo de la sierra madrileña, donde tenemos el equilibrio perfecto: tranquilidad, naturaleza y una ciudad de referencia a pocos kilómetros.

LMM.- ¿Dónde hay una buena historia?

BA.- No hace falta irse lejos, puede haber una buena historia en la esquina debajo de tu casa.

LMM.- Y por último, ¿cuál sería la foto que más te gustaría hacer?

BA.- Cualquier que ayude a cambiar las cosas en positivo.

@bernatarmangue