Educación, psicología, niños, altas capacidades, TDAH

Altas capacidades y otras excepcionalidades en los niños

Entrevistamos a Jana Martínez-Piqueras, Presidenta de Indifferent Minds Foundation

La detección temprana y un diagnóstico correcto son factores fundamentales para potenciar y acompañar en el desarrollo de una persona con altas capacidades, y en España aún nos falta mucho que recorrer en este sentido.

Jana Martínez-Piqueras tiene un hijo con altas capacidades. Se lo detectaron en primero de primaria, pero no se tomó ninguna medida educativa al respecto. En tercero comenzó a ser disruptivo en clase y en cuarto su carácter en casa estaba fuera de control: era retador, muy irascible, con mucha ira… no dormía bien, comenzó a morderse las uñas, dejó de ser ingenioso y de reír.

Así comienza la relación personal y profesional de Jana Martínez-Piqueras con las altas capacidades. En aquel momento era una profesora con más de veinte años de experiencia. Buscó ayuda en múltiples sitios y con distintas terapias, pero nada parecía servir. Y así comenzó a estudiar sin descanso. Ese fue el punto de partida para desarrollar un programa de intervención para alta capacidad en el colegio donde trabajaba.

Ahora es presidenta de Indifferent Minds Foundation, una fundación que asesora, acompaña y proporciona los recursos necesarios a las personas con alta capacidad y a su entorno.

Jana Martínez-Piqueras
La Moraleja Magazine.– ¿Qué son las “altas capacidades”? ¿Es lo mismo que “superdotado”?

Jana Martínez-Piqueras.– Según la NAGC: "Personas de alta capacidad son aquellas que demuestran un nivel de aptitud sobresaliente en uno o más dominios. Los dominios incluyen cualquier área de actividad estructurada con su propio sistema simbólico (las matemáticas, la música, la lengua) o su propio conjunto de destrezas sensorio-motrices (la pintura, la danza, los deportes)”.

Superdotado sería el término que recoge a los niños que presentan un perfil intelectual homogéneo y muy elevado, también en lo relativo a la creatividad. Podríamos decir que todos los superdotados tienen altas capacidades, pero no todas las personas con altas capacidades son superdotadas.

Es importante la distinción de los distintos perfiles porque cada uno tiene necesidades educativas diferentes. Por ejemplo, un niño con talento específico puede necesitar apoyo distinto al de un superdotado global, y detectar esto a tiempo mejora su desarrollo personal y académico.

LMM.– Detección temprana, ¿es posible?

JMP.– Sí, la detección temprana de las altas capacidades es posible y necesaria, dado que la atención de las necesidades individuales es imprescindible para proteger el desarrollo cognitivo y emocional de cada uno de los menores. De hecho, a nivel normativo ya se habla de detección precoz.

Pueden empezar a manifestarse desde los primeros años de vida, incluso antes de la escolarización, mediante el desarrollo del lenguaje más precoz de lo habitual, alta curiosidad, memoria y capacidad de concentración, sensibilidad emocional o interés por temas complejos y pensamiento abstracto o creativo inusual para su edad.

LMM.– Del 1 al 10, ¿cómo estamos de preparados en España para abordar las altas capacidades?

JMP.– Le daría un 3 a la preparación actual de España para abordar adecuadamente las altas capacidades intelectuales.

Es cierto que existe un marco legal: la legislación educativa (LOE, LOMCE, LOMLOE) reconoce oficialmente a los alumnos con altas capacidades como parte del alumnado con necesidad específica de apoyo educativo. Pero la realidad es que la legislación no se aplica en los centros por muchas razones: desigualdad entre comunidades y centros, detección tardía o inexistente, falta de formación del profesorado, rigidez del sistema educativo y una sobrecarga de los orientadores escolares.

En resumen: hay conciencia y estructura legal, pero falla la implementación, la formación y la equidad territorial. Con voluntad política y apoyo a los centros, esa nota podría subir rápidamente.

LMM.– Jana, tras casi tres décadas trabajando como docente, ¿qué necesidades emocionales crees que tienen los niños/as con altas capacidades? ¿Y sus familias?

JMP.– Tanto los niños como las familias necesitan comprensión, acompañamiento emocional y entornos donde se respeten sus ritmos e intereses.

El desconocimiento de estas necesidades puede llevar a diagnósticos erróneos (TDAH, ansiedad, baja autoestima). Es necesario cubrir los siguientes aspectos de los niños: su sentido de pertenencia y aceptación, la validación emocional y su libertad para ser sensibles.

Son importantes los espacios de expresión auténtica, lugares donde hablar de sus intereses sin miedo a ser juzgados; gestión de la frustración y la perfección, la estimulación sin presión…

Con respecto a las familias, necesitan apoyo y comprensión. Muchas veces los padres se sienten incomprendidos, incluso por docentes, pediatras o familiares. Necesitan espacios donde compartir experiencias sin ser juzgados por “exagerar” o “presumir”. Es importante una orientación profesional confiable y una adecuada formación sobre las altas capacidades.

LMM.– Eres presidenta de Indifferent Minds Foundation, ¿nos hablas de su misión?

JMP.– La Fundación nace con el objetivo de avanzar en el conocimiento y la atención a la alta capacidad. Nace para dar soporte a las familias, y concienciar y divulgar la realidad de esta neurodivergencia en todos los contextos.

El local de la fundación es un punto de encuentro, con múltiples recursos (instrumentos, máquinas de coser, legos, juegos de mesa, zona de estudio…), de personas de todas las edades: niños, jóvenes y adultos, donde se convive, se juega y se aprende.

En breve comenzarán los talleres y la escuela de padres.