Watts Lab: training to enjoy cycling
“Es imposible no ser feliz cuando montas en bicicleta”. Así nos describe la sensación de libertad que le produce este deporte a David Noguera, un apasionado del cycling y la aventura, y fundador de Watts Lab, un estudio en Las Tablas para entrenar, ponerse en forma y disfrutar de esta bonita afición.
Entrenamientos presenciales y online one-to-one por todo el mundo, planes personalizados, biomecánica y uno de sus grandes reclamos, sus viajes en bicicleta, cicloturismo en esencia. ¡Todo el que lo prueba repite!
La Moraleja Magazine.- ¿Cómo nace Watts Lab?
Wattslab.- Tras una experiencia de nueve años como director de innovación y formación en una multinacional de fitness, decido abrir Watts Lab en enero de 2018. Hasta ese momento solo existían centros de alto rendimiento y clases de spinning, pero nadie daba servicio al amante de la bici… Y hablamos de amantes de la bici, no ciclistas, para que nadie nos confunda con los profesionales. “Nosotros” somos esos que entre semana tenemos nuestro trabajo, familia —y probablemente hijos— y una apretada agenda, pero que estamos deseando que llegue el fin de semana para hacer unos cuantos kilómetros con los amigos.
Nuestro objetivo es ayudarles a que, estando más en forma y aprovechando el poco tiempo que tienen disponible, disfruten más de la bici como representa nuestro claim: “Training to enjoy cycling”.
LMM.- ¿Quién está detrás?
Wattslab.- Mi nombre es David Noguera, y a punto de cumplir los 40 años me siento con más fuerza que nunca para seguir empujando el negocio, desarrollando nuevos servicios e innovando para seguir siendo punta de lanza en el sector.
LMM.- ¿Por qué la bicicleta? ¿Qué tipo de entrenamientos y servicios ofrece Watts Lab?
Wattslab.- Porque es imposible no ser feliz cuando montas en bicicleta. La bici te lleva a sitios donde no puedes acceder de ninguna otra forma, por la satisfacción de llegar al destino solo con la fuerza de tus piernas, por la sensación de ser autosuficiente que al final se traduce en libertad.
A día de hoy ofrecemos entrenamientos presenciales en nuestro centro de Las Tablas, entrenamiento online oneto-one en todo el mundo, biomecánica, viajes ciclistas… y prácticamente cualquier servicio que pueda necesitar el ciclista.
LMM.- ¿Nos hablas del cicloturismo?
Wattslab.- Todo arrancó con el covid. Cuando todas las marchas cicloturistas y eventos deportivos cerraron sus puertas, se nos ocurrió unir nuestra sede en Madrid con nuestra primera franquicia en Valencia en bicicleta en tres días. Salir desde Madrid y llegar en bicicleta a la playa es una experiencia inolvidable y desde 2020 lo hacemos cada año en octubre. Vamos con cuatro guías, coche de apoyo, fotógrafo, ponemos los avituallamientos, alojamientos… para que el ciclista solo se preocupe de disfrutar con el resto de participantes del camino. No es competitivo, salimos y llegamos juntos porque ese es el ciclismo que nos gusta, el de cooperación, y porque la bici nos conecta a gente que compartimos los mismos valores.
A día de hoy tenemos tres tipos de experiencias. Por un lado, los viajes en línea con un origen y un fin distinto. En segundo lugar, los stages de ciclismo donde descubrimos las zonas más icónicas para montar en bicicleta como Pirineos, Mallorca, Alicante, etc. Y, por último, los teambuilding para empresas que quieran estimular a sus empleados a conectar con una experiencia diferente; para ellos hacemos eventos totalmente a medida.
LMM.- ¿Quién es vuestro perfil de cliente?
Wattslab.- Ciclistas entre 35 y 60 años que buscan una experiencia diferente a “ponerse un dorsal” y con ganas de conectar con nuevas personas. Gente con ganas de vivir nuevas experiencias donde se sienta cuidada y mimada.
LMM.- ¿Repiten?
Wattslab.- Sí, sin duda. De hecho, el año pasado tuvimos una cliente que voló desde México para nuestra experiencia de Pirineos y este año ha vuelto con tres amigas más para el viaje a Mallorca. Al ir variando las localizaciones, los clientes repiten por la experiencia y la logística. No te diré que el destino es lo de menos porque estar allí es la excusa, pero lo que se llevan es mucho más que una “foto bonita”; es una experiencia de vida.