Gaby Jogeix: una vida dedicada a la música
La Moraleja Magazine.- ¿Cómo y cuándo nace el artista?
Gaby Jogeix.- En Bilbao, ¡en 1978! Ya sabes que los de Bilbao nacemos donde queremos (risas). Mi madre era francesa y mi padre español, de Bilbao también. Estuve en contacto con los escenarios desde los 13 años, cuando tomaba clases de Teatro en Cuarta Pared y en el colegio francés también lo desarrollé mucho. Luego descubrí la guitarra y fui estudiando como autodidacta, muy tarde a los 17 o 18 años. Y fui cantando, mejorando y probando. Y aquí estoy, cinco álbumes después, con casi una nominación a los Grammy en la categoría de mejor álbum de música americana; y con mi gira por Francia y festivales presentando mi último disco: Smile to the clouds (sonríe a las nubes).
LMM.- ¿Cuál es tu formación musical?
GJ.- Autodidacta. Me fui juntando con más músicos y aprendiendo, vamos lo que se llamaría aprender a capón. Me hubiera encantado poder tener una formación como tal, pero la que tengo es de carretera y componiendo canciones. El escenario te enseña mucho. Recuerdo que aprendí más en la gira con Kenny Neal (bluesman de Louisiana) en 2001, o con las giras en las que he trabajado como productor (Raphael, Alejandro Sanz, Miguel Bosé, Revolver…), que en años encerrado en la habitación tocando y cantando.
LMM.- En tu nuevo álbum, Smile to the clouds, ¿qué sonidos y estilo lo definen mejor?
GJ.- Mi música es una mezcla de Soul, Rock, Pop y con el siempre presente Blues. Después del álbum que grabé en Nueva Orleans (Meanwhile in New Orleans), seguí componiendo pero de una manera diferente, no basándome en un viaje. Centrándome más en relaciones, la paternidad, el valor de la música y de la luz en nuestras vidas, un paseo en moto cuando vas a estallar… La música tiene que apaciguar, hacerte estremecer, sentir. Qué vida más aburrida tendríamos sin música fresca y honesta, ¿no crees?
LMM.- ¿Háblanos de tu última gira?
GJ.- Estoy en plena gira por el sur de Francia, de salas y teatros. Me gusta mucho entrar en contacto con el público de manera orgánica, que te vea sentir lo que haces. Eso siempre se contagia. Mi trabajo es robarle dos horas de problemas al público e igual darles inspiración para resolverlos. O simplemente entretenerles.
LMM.- ¿Cuál ha sido tu momento más especial a lo largo de tu carrera musical?
GJ.- Sin duda, cantar en La Habana a ocho mil personas en el Auditorio Carlos Marx. Me divierte mucho cantarle a gente que no tiene porqué saber quién soy, ni mi trayectoria, es cuando pones los contadores a cero y suelen contagiarse de la electricidad de la música.
LMM.- ¿Y los retos a los que te enfrentas cada día como músico?
GJ.- El reto sin duda es la economía, ingresar lo suficiente para mantener una vida digna. No es fácil la inversión permanente que has de hacer en un mundo en el que no se paga ya por la música. Como de los discos es muy difícil vivir hay que salir a tocar, así que aprovechas eso para poner en valor en directo tu arte. La gente sigue necesitando asistir a shows en vivo. A los artistas nos toca hacer el equilibrio necesario para que a mi familia no le falte de nada. El éxito al final es llegar a los 70 años y poder decir: “Bueno, no se nos dio mal”.
LMM.- Háblanos de tu faceta como productor.
GJ.- He producido a artistas como Raphael durante 11 años, Porta, Revolver y, en equipo, con Alejandro Sanz, Miguel Bosé, Sebastián Yatra, con Rosa Lagarrigue desde los 24 años, recién Licenciado en Periodismo. Actualmente también dirijo la producción del Festival Mallorca Live, para 25 mil personas, que hacemos en junio de 2024. Y estoy al tanto siempre de lo que se cuece, pero sin duda cantar es el oficio más bonito que existe.