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Cosméticos que no debes mezclar, sobre todo en verano

El aumento de las temperaturas asociado al inicio del verano tiene que ponernos sobre aviso con respecto a una serie de cambios en nuestras rutinas cosméticas y de cuidado de la piel que debemos tener muy en cuenta para no sufrir reacciones adversas como dermatitis, brotes, agravamiento de patologías previas o la aparición de manchas.

El mero hecho de que haga más calor es suficiente para introducir cosmética de texturas más ligeras que no resulten pesadas sobre la piel. Sin embargo, además de la temperatura en sí hay que tener en cuenta que la exposición solar puede provocar reacciones adversas cuando incide en pieles sobre las que hay determinados principios activos.

Dermatólogos del Grupo Pedro Jaén y Paula Jaén, responsable de la Unidad de Belleza y Bienestar, así como de nuestra parafarmacia, nos cuentan qué cosméticos no debes mezclar ahora que nos va a dar el sol con mayor intensidad.

Cuidado con los perfumes en verano

Existe una precaución generalizada acerca del uso de perfumes en verano. El sudor, el calor… pueden alterar las fragancias y desvirtuar el olor final. No obstante, la preocupación de los dermatólogos con respecto a los perfumes gira en torno a que en su composición pueda haber esencias como la de bergamota o la de lima.

Según explica Paula Jaén, “los perfumes contienen sustancias que ante los rayos solares reaccionan y pueden producir irritaciones, manchas e incluso pequeñas quemaduras en pieles más sensibles. Estos componentes son fundamentalmente el alcohol y los fijadores que se añaden para que el aroma perdure, como la esencia de bergamota y el almizcle, también conocido como musk”.

Algunas de estas esencias producen dermatitis de Berloque, una reacción fototóxica inducida por el efecto de la radiación ultravioleta caracterizada por la aparición de manchas en las zonas perfumadas con estas esencias que, además, quedan expuestas al sol. Estas manchas pueden ser de color rojizo e ir acompañadas de ampollas en personas de piel muy blanca o tender más a marrón de diversa intensidad en los fototipos más altos.

Aunque no se trata de una patología grave, lo cierto es que la hiperpigmentación de la piel puede permanecer durante meses e, incluso, no llegar a desaparecer por completo.

Existen otras plantas que no se usan para elaborar perfumes con las que también hemos de tener cuidado, ya que si las tocamos pueden provocar reacciones similares; tales como el apio o la higuera. De hecho, tal y como os contamos también en este blog, es relativamente frecuente encontrarnos con casos de dermatitis de Berloque asociada a la preparación de mojitos por manipular la lima que lleva esta bebida tan veraniega. Las cumarinas presentes en esta fruta cítrica son las responsables de que el paciente sufra picor, enrojecimiento o ampollas después de prepararla.

En este caso… ¿dejamos de usar perfume en verano? En realidad, basta con no perfumarse antes de la exposición solar o, cuando resulte inevitable, limpiar las zonas donde se ha aplicado como el cuello, las muñecas o el escote, para evitar irritaciones o manchas.

Vitamina C, ¿se puede usar en verano?

La vitamina C es uno de los antioxidantes más seguros y efectivos que existen. Resulta extraordinariamente útil para combatir la acción de los radicales libres, unos elementos derivados del metabolismo celular responsables del deterioro y fotoenvejecimiento de nuestra piel.

Existe el mito de que no puede usarse en verano porque provoca la aparición de manchas cutáneas. Sin embargo, nuestras especialistas afirman que la vitamina C actualmente se formula en unas condiciones que la hacen estable y perfectamente compatible con el sol. De hecho, tiene incluso un efecto preventivo frente a las manchas solares. Eso no quiere decir que haya que saltarse el uso de fotoprotector a diario.

Y lo mismo ocurre con las combinaciones de vitamina C con otros compuestos como la vitamina E y el ácido ferúlico que, además de aumentar el efecto antioxidante, estabilizan estas formulaciones para poder usarlas por el día con total seguridad. Eso sí, se deben aplicar antes de la protección solar indispensable en cualquier rutina de cuidado facial.

Interrumpir retinol y ácidos en verano, ¿sí o no?

El retinol es un derivado de la vitamina A que se encuentra en muchas formulaciones cosméticas por su potentes efectos antiedad y su acción sobre arrugas, manchas, textura de la piel… Dependiendo de la concentración puede causar desde una leve exfoliación a una descamación un poco mayor, de forma que lo más adecuado es usarlo bajo supervisión del dermatólogo, sobre todo si el retinol se combina con otros alfahidroxiácidos de uso común en cosmética, como el glicólico, tartárico, málico, salicílico, cítrico o láctico.

En realidad, los ácidos empleados en la cosmética denominada antiedad no son fotosensibilizantes. No obstante, hay que tener en cuenta que su acción se basa en renovar la superficie cutánea y que en muchas presentaciones nos encontramos dos o más ácidos, lo que tiene un efecto sumatorio en cuanto a su potencia, de forma que la piel queda más fina y sensible y está más expuesta a la acción nociva de la radiación solar (lo que a su vez favorece la aparición de quemaduras, irritaciones y manchas).

Por este motivo, lo más recomendable a la hora de usar ácidos en verano es reforzar la pauta de fotoprotección y usar estos productos siguiendo las recomendaciones del dermatólogo, que puede considerar conveniente reducir la concentración de los principios activos, modificar las combinaciones o espaciar su aplicación a, por ejemplo, días alternos en lugar de diariamente.

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Cosméticos que no debes mezclar durante todo el año

Vitamina C y niacinamida

La niacinamida es una forma de la vitamina B3 muy necesaria para el correcto funcionamiento de nuestro organismo. Aplicada por vía tópica aporta muchos beneficios a la piel, además de ser un buen antioxidante, protege la barrera cutánea mejorando la hidratación, también acelera el proceso de regeneración de la piel y tiene cierto efecto antiinflamatorio. Nuestros especialistas la recomiendan para mejorar la textura de la piel y alisar su superficie, difuminar las marcas de acné y regular la pigmentación.

La niacinamida a pH ácido se descompone en otro componente la niacina o ácido nicotínico que éste si puede producir irritación en la piel. Los productos con vitamina C pueden estar formulados a estos niveles de pH antes de su estabilización, por ello es recomendable no utilizar estos activos en el mismo producto ni aplicarlos superpuestos para evitar esos problemas y beneficiarnos de las magníficas cualidades de ambos. De esta forma, al ser dos productos muy potentes, lo más adecuado sería aplicar vitamina C por el día y niacinamida de noche.

Vitamina C y alfahidroxiácidos (AHA’s)

Otro ejemplo de ingredientes cosméticos que no debes mezclar. En este caso, el motivo de no combinar estos compuestos es que los AHA anulen el efecto de la vitamina C. Además, al ser activos muy potentes por separado, el efecto sumatorio incrementa el riesgo de sufrir descamación, irritación y descamación de la piel.

Vitamina C y peróxido de benzoilo

El peróxido de benzoilo es un agente recetado habitualmente para el tratamiento del acné por su efecto antibacteriano y antiinflamatorio. En sí mismo, puede producir como efecto secundario cierta sensibilidad, irritación y deshidratación de la piel, pero es que además su poder antibacteriano se basa en un efecto oxidante que no es compatible con la acción antioxidante de la vitamina C, totalmente opuesta. Por eso, lo mejor es no usarlos juntos o hacerlo sabiendo que en combinación son menos efectivos.

Retinol y peróxido de benzoilo

El peróxido de benzoilo favorece, tal y como hemos comentado, la deshidratación de la piel por lo que se recomienda usarlo reforzando la pauta de hidratación con agentes como el ácido hialurónico. Cosméticamente, combinar retinol con peróxido de benzoilo no sería lo más adecuado ya que el uso de peróxido de benzoilo requiere un aporte de hidratación extra que no le aportaría el retinol. En realidad, esta combinación no suele pautarse mucho al ser dos principios muy irritantes. No obstante, existe algún medicamento para el tratamiento del acné que combina el peróxido de benzoilo con un derivado de los retinoides, no con retinol.

En cualquier caso, se recomienda aplicar peróxido de benzoilo por el día y retinol por la noche. Para los casos en los que el especialista considera que hay que usarlo en las rutinas de mañana y de noche, hay que hacerlo debajo de un fotoprotector de amplio espectro e índice muy alto (FSP50+).