StoreMore: cuando el trastero se convierte en oficina y el coworking en refugio urbano
En una calle discreta del polígono industrial de Alcobendas, una fachada sobria de líneas limpias guarda un secreto inesperado: tras sus puertas no solo se almacenan muebles antiguos, herramientas de bricolaje o inventarios de e-commerce. También se piensa, se crea, se emprende. Se trabaja. Se conversa. Se funda. Todo al mismo tiempo.
StoreMore, que podría sonar como el nombre de una startup californiana, es en realidad una de las propuestas más innovadoras —y curiosamente subestimadas— del ecosistema emprendedor español. Nacida en plena pandemia, cuando las casas se hicieron pequeñas y los negocios se refugiaron en el online, esta empresa ha redefinido dos conceptos que hasta ahora caminaban por senderos separados: el del almacenaje y el del trabajo compartido.
Trasteros con alma digital
Desde fuera, parece un self-storage más. Un edificio funcional, con accesos controlados y cámaras que parpadean discretamente. Pero al cruzar el umbral, uno descubre una estética casi escandinava, donde cada metro cuadrado responde a una lógica: la eficiencia silenciosa de quien sabe que el espacio, en las ciudades modernas, es un bien tan escaso como el tiempo.
StoreMore ofrece trasteros de diferentes tamaños, desde pequeños habitáculos de un metro cuadrado hasta minialmacenes donde cabría perfectamente una oficina portátil. Pero no hay llaves, ni cerraduras convencionales: el móvil lo es todo. Una app permite abrir puertas, reservar espacio, pagar, ampliar el contrato o cancelarlo. No hay papeleo. No hay esperas. El usuario es su propio gestor, su propio conserje, su propio vigilante.
Cada instalación, además, está equipada con sensores de humedad, temperatura y movimiento. La luz se enciende por detección, el aire se renueva automáticamente y la energía proviene —en un 70 %— de paneles solares instalados en las cubiertas.
Coworking en el norte: Alcobendas como laboratorio
Pero lo realmente singular, lo que ha hecho que StoreMore empiece a ser mencionado en círculos de emprendedores, diseñadores y pequeñas marcas emergentes, es su concepto híbrido. Especialmente en su centro de Alcobendas —el primero, el modelo, el buque insignia—, donde los trasteros conviven con un coworking elegante, funcional y perfectamente equipado.
No se trata de oficinas improvisadas. Hay despachos privados, mesas compartidas, salas de reunión insonorizadas, zona de café, conexión de alta velocidad, climatización y, sobre todo, una calma insólita para tratarse de un espacio compartido.
"Queríamos que fuese más que un coworking", explica uno de los responsables del espacio. "Aquí puedes tener tu tienda online, almacenar producto, trabajar la estrategia, empaquetar, enviar… y salir a tomarte un café en cinco minutos. Todo en el mismo edificio."
La propuesta está pensada para nómadas digitales que no quieren pagar una oficina completa, marcas artesanales que necesitan logística sin intermediarios, emprendedores de proximidad y pequeñas empresas que han decidido salir del centro de Madrid sin renunciar a la conectividad. Alcobendas, con su red de transporte, su proximidad a la A‑1 y su creciente comunidad empresarial, resulta ideal para ello.
De lo físico a lo humano
El concepto no es solo espacial, sino también mental. StoreMore apuesta por un modelo de ciudad más liviana, más flexible, donde los espacios se comparten sin ruido, los contratos no atan y los edificios se diseñan pensando en la eficiencia más que en la ostentación.
Y, sin embargo, hay algo casi íntimo en cómo se cruzan aquí las vidas. Una diseñadora de moda emergente saluda a un ceramista que acaba de enviar una caja a Tokio. Una emprendedora de cosmética natural se detiene a hablar con un repartidor de última milla. Un freelance argentino comparte café con un analista de datos de Alcobendas. Todos, en esencia, trabajando juntos sin pertenecer al mismo equipo.
El futuro ya cabe en un trastero
En tiempos de crisis del espacio urbano, StoreMore responde con una propuesta silenciosa pero poderosa: aprovechar lo que ya existe, conectar funciones que parecían inconexas, y dar un giro de 180 grados al significado de "almacenar" y "trabajar".
No sabemos si el futuro del trabajo pasará por aquí. Pero por ahora, en Alcobendas, ya hay quien lo está escribiendo —entre cajas, pantallas, ideas y silencio— en un lugar donde el trastero se ha convertido en hogar de nuevas posibilidades.
Más allá de Alcobendas: la huella de StoreMore en Madrid y España
Además del centro de Alcobendas, StoreMore ya cuenta con varias instalaciones distribuidas por la Comunidad de Madrid, entre ellas en Carabanchel, San Blas/Ciudad Lineal, Hortaleza, Móstoles y San Sebastián de los Reyes, con próximos lanzamientos en Fuenlabrada y Villaverde
Fuera de la capital, el grupo sigue extendiendo su modelo proptech inteligente a lo largo de España, consolidándose como una de las empresas de self‑storage más innovadoras y sostenibles del país.