AMACI: La comunidad que impulsa el talento invisible
En el corazón de Alcobendas, un grupo de familias ha decidido tomar las riendas de un desafío que, a menudo, pasa desapercibido en el sistema educativo: la atención a los niños con altas capacidades intelectuales. Lo han hecho a través de AMACI, la Asociación Madrileña de Altas Capacidades Intelectuales, una entidad sin ánimo de lucro que, desde 2022, trabaja para ofrecer a estos menores un entorno de enriquecimiento que se adapte a sus necesidades emocionales y cognitivas.
El término "altas capacidades" suele evocar imágenes de niños prodigios, pequeños genios con una facilidad innata para las matemáticas o la música. Pero la realidad es más compleja. "Son niños que piensan de manera diferente, que procesan la información a una velocidad que a veces les aleja de sus compañeros y que, sin un entorno adecuado, pueden sentirse profundamente incomprendidos", explica Marta Mouje, presidenta de AMACI y madre de un niño con altas capacidades.
En España, se estima que entre el 3% y el 5% del alumnado presenta altas capacidades, pero el sistema educativo solo identifica a una fracción de ellos. En la Comunidad de Madrid, la cifra de estudiantes detectados ronda el 1%, un porcentaje que, según expertos, dista mucho de reflejar la realidad. "El problema no es solo identificarlos, sino saber qué hacer después con ellos", añade Mouje.
En este contexto, AMACI ha nacido como un espacio de encuentro y apoyo para familias que buscan respuestas. La asociación ofrece talleres de enriquecimiento, sesiones de gestión emocional y habilidades sociales, así como actividades dirigidas a padres y docentes. "El objetivo es que estos niños no solo desarrollen su talento, sino que también aprendan a gestionar su sensibilidad y su intensidad emocional", señala Mouje.
Uno de los proyectos más destacados de la asociación ha sido la organización de las "Jornadas CAPACITY", un evento que en su primera edición ha reunido a expertos en educación, neurociencia y psicología para abordar el reto de las altas capacidades desde una perspectiva integral. "Es una cuestión que nos afecta a todos como sociedad. Si no atendemos a estos niños, estamos desperdiciando un talento valiosísimo", concluye Mouje.
Mientras la educación sigue debatiendo sobre la mejor manera de integrar a estos alumnos en el aula, en Alcobendas, un grupo de familias ha decidido no esperar respuestas y crear su propio camino. Con AMACI, están demostrando que la revolución de las altas capacidades no necesita grandes discursos, sino compromiso, empatía y acción.
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